Falla como un campeón o muere intentándolo...
Ok, si eres de los cree que el éxito es una línea recta. Esto es para ti…y sino también…
Prepárate para una dosis de realidad que te va a sacudir más que una resaca de tequila.
Te hago la siguiente pregunta, mira…
¿Has oído hablar del fracaso acelerado?
No, no es lo que te pasa en la cama después de una noche de copas.
Es tu nuevo mejor amigo en los negocios.
Mira, ya sabemos que no puedes predecir qué vainas va a funcionar.
Pero lo que sí puedes hacer es descubrir qué es lo que no funciona, y hacerlo más rápido que Usain Bolt en los 100 metros.
Ahora, seguro que has oído esa frase de:
"No es cuestión de trabajar más duro, sino más inteligente".
Suena bonito, ¿verdad? Pues es pura mentira.
Te voy a contar un secreto: Tu competencia es tan lista como tú, quizás hasta más (lo siento, alguien tenía que decírtelo).
Trabajan igual de rápido y hasta igual de duro. Entonces, ¿qué puedes hacer tú?
Y…Aquí va el truco,
Presta atención porque solo lo voy a decir una vez:
No es cuestión de inteligencia, es cuestión de cometer errores, pero cometerlos bien y en menos tiempo que los demás.
Sí, has leído bien. Tu nueva estrategia es fallar, pero fallar como un campeón.
Fallando rápido y bien consigues mejores resultados que matándote a trabajar o intentando ser el más listo de la clase.
Es como jugar al Tetris en modo experto: las piezas caen más rápido, pero aprendes a colocarlas mejor.
Recuerda, la competencia siempre va a estar ahí, respirándote en la nuca. No lo olvides.
Así que deja de intentar ser perfecto y empieza a fallar con estilo. Falla rápido, falla a menudo, pero por el amor de todo lo sagrado, aprende de cada bendito fallo.
Ahora ve y falla en algo hoy mismo. Y mañana, falla en algo diferente. Antes de que te des cuenta, estarás fallando tu camino hacia el éxito.
Y si todo esto te parece una locura… bienvenido a mi mundo. Aquí las cosas se hacen diferente, y por eso funcionan.
Hasta mañana.
Dennis Serrano
P.D.: Si después de leer esto sigues pensando que el éxito es para los que nunca se equivocan, felicidades. Acabas de ganar el premio al ingenuo del año. Disfrútalo mientras ves cómo los que saben fallar te pasan por la derecha.